jueves, enero 18, 2007

PENSANDO EN UN PAPEL

En cualquier momento, en cualquier situación, cualesquiera que sean nuestras circunstancias en la vida desde que tomamos conciencia de nuestro propio yo, tenemos, como mínimo, dos opciones a elegir. Continuamente nos vemos obligados a tomar decisiones que por pequeñas que sean van a dirigir el sentido de la existencia en la que estamos sumergidos. Hay quien piense que eso nos hace libres, mi idea es justo la contraria, nos hace esclavos de nuestras propias elecciones. No sé, en ocasiones la idea de ser una esponja de mar no me desagrada, nunca tienen un mal día, nunca he visto a ninguna visitar un psicoanalista por sufrir depresión, quizás por esa misma razón de no pensar en que está bien o que está mal, de que es lo “correcto”, simplemente hacen lo suyo, cumplen su papel, sin tener en cuenta nada ni nadie. Sí, es una visión un poco pesimista de los acontecimientos, ¿como verlos de otra manera cuando sabes, sientes y palpas que a quien quieres tanto que duele se hunde en la mierda estando tan cerca (y tan lejos a la vez) sin poder, sin saber hacer nada para evitarlo? Alguien me podría responder que las esponjas tampoco tienen un buen día, a lo que no tengo respuesta para ese argumento, seguramente por mis ganas de vivir, por un jodido espíritu luchador que creo que sé de donde me viene, aunque por lo que veo en la que me vio nacer, tiene fecha de caducidad. Y yo empeñado en llevar la contraria, que les follen, aquí hay Mario para rato.
mario berenguer

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